Mismo Vestido, Diferente Día

El Recorrido de una Mujer por el Valle de la Sombra de la Adicción Las personas afectadas por la adicción de un ser querido sufren silenciosamente en las bancas de la iglesia. Yo era una de ellas. Soy Juliet. A veces desearía poder ser otra persona, con otro nombre, alguien cuya vida sea más comedia que tragedia. Durante los doce años que estuve casada con un cristiano adicto a la cocaína, me sentí abrumada por el aislamiento y la vergüenza al sentarme al lado de mi ex-esposo en la iglesia semana tras semana. Nadie entendió nuestros esqueletos familiares. ¿Cómo podría decírselo a alguien? Dios agito mi espíritu para buscar la sanación personal y darle voz a mi realidad. A través de Él, encontré la libertad del silencio y redención por los sueños de vida que pensé había perdido para siempre. Mismo Vestido, Diferente Día: Una Memoria de Adicción y Redención relata mi viaje de victima a victoriosa mientras luchaba por liberarme del ciclo asfixiante de la codependencia. Aprendí a ver a mi Redentor como el alma gemela y proveedor que mi cónyuge químicamente dependiente nunca podría ser. La gracia sanadora de Dios no es solamente para el adicto, sino también para los quebrantados que los aman.