El premio de las letras, por el rey don Felipe el Segundo

Damián Salucio del Poyo es una figura importante del teatro español de finales del siglo XVI y principios del XVII. Este dramaturgo, prácticamente desconocido, merece ser redescubierto como escritor por sus divertidas comedias que tienen como telón de fondo la crítica política y social. Sus temas recurrentes se centran en los validos del rey y los letrados. «El premio de las letras por el rey Felipe el Segundo» (drama histórico de 1615) es una obra salpicada por las bufonadas de un gracioso y divertido personaje que guía y traza el meteórico ascenso social de Silíceo en la corte del emperador Carlos V. Enfrentado a nobles intrigantes (en los papeles de Fernando de Monroy y Francisco de los Cobos), Silíceo pasa de ser un campesino pobre pero instruido a convertirse en el tutor letrado del rey, y luego en cardenal y arzobispo de Toledo. Esta comedia evoca a Castilla en la primera mitad del siglo XVI, la corte con sus nobles intrigantes, los verdaderos y falsos eruditos, la importancia de la educación del príncipe cristiano, pero también la situación en las universidades y la vida cotidiana del pueblo. Se hace referencia al Estatuto de pureza de sangre promulgado en Toledo en 1547 destinado a mantener a los conversos de origen judío fuera de los círculos de poder. La temática de esta pieza es tanto más actual cuanto que compartimos los mismos intereses tales como el valor de la promoción social mediante la instrucción y el saber y la desdeñable discriminación racial y religiosa.